La Arquidiócesis de Guadalajara ha ordenado 70 en la fiesta de Pentecostés. Es una cifra histórica y para llegar a ella se han hecho grandes esfuerzos.
Desde hace algunos años se ha implementado un programa dirigido por sacerdotes y seminaristas donde se trabaja con jóvenes para promover vocaciones.
P. ANTONIO GUTIÉRREZ
Seminario Arquidiocesano de Guadalajara
Están haciendo un trabajo, diríamos, de hormiga, pero permanente, para que haya en las parroquias, además de la atención a las familias, directa e indirectamente, un equipo permanente en cada parroquia que promueva las vocaciones consagradas tanto en hombres como en mujeres.
En esta Arquidiócesis, normalmente se ordenan entre 35 y 40 sacerdotes cada año, pero en esta ocasión se necesitaron dos celebraciones por la cantidad de jóvenes que recibirían el sacramento.
Las ordenaciones coinciden con los 325 años de fundación del seminario, por lo que la labor se ha intensificado, pero también ha influido el ejemplo que dan el resto de sacerdotes en las parroquias, el trato personal e individual con los jóvenes que se plantean la vocación y el papel de la familia.
P. ANTONIO GUTIÉRREZ
Seminario Arquidiocesano de Guadalajara
Es una tierra donde la fe se ha promovido, la devoción de las personas, donde las familias suelen ser generosas en orden a las vocaciones consagradas. No es de un día para otro estos 70, pero sí estamos agradecidos por ello.
Aunque parezca un grupo numeroso, todavía no se alcanza a satisfacer la atención pastoral de todos los fieles; sin embargo, con el perfil de los nuevos sacerdotes el futuro es alentador.
P. ANTONIO GUTIÉRREZ
Seminario Arquidiocesano de Guadalajara
Algunos de ellos ya han hecho estudios anteriores en alguna facultad, en alguna licenciatura. Por ejemplo, arquitectura, contabilidad, incluso han habido médicos que ya estaban ejerciendo todos.
Son jóvenes con todas las características de la juventud actual. Inquietos, tecnológicos, pero que, bueno, esperemos que junto con todas estas cosas de las cuales ya no se puede prescindir en los jóvenes actualmente, de todos modos en su raíz esté una honda religiosidad y también un anhelo profundo de servir a los fieles como sacerdotes.
Todos los sacerdotes ordenados tienen ya un destino pastoral. Entre todos, atenderán a más de cinco millones de personas en parroquias, institutos religiosos e, incluso, algunos irán a otras diócesis.
MRR
