Algunos de los peregrinos que esperaban la llegada de Francisco lo recibieron con excesivo celo.
Luego, en su catequesis Francisco recordó que no es malo rezar en los momentos difíciles, aunque parezca que solo nos acordamos de Dios cuando lo necesitamos.
FRANCISCO
'Pero Dios conoce nuestra debilidad, sabe que nos acordamos de Él para pedir ayuda, y con la sonrisa indulgente de un padre, responde con benevolenciaâ?.
Recordó el episodio del profeta Jonás, en el Antiguo Testamento. Durante su huida en barco, una tempestad hace que los marineros teman por su vida y se vuelvan, cada uno a su dios para pedir ayuda. Rezar en los momentos difíciles, dijo, alimenta la esperanza.
FRANCISCO
'Que el Señor nos haga entender esta relación entre oración y esperanza. La oración te lleva adelante hacia la esperanza y cuando llega la oscuridad, más oración, y habrá más esperanzaâ?.
La muerte, por tanto, puede llevar hacia la salvación. Francisco señaló que Dios es paciente y es capaz de esperar hasta en el último momento de la vida de los hombres para atraerlos hacia sí. No da por perdida la vida de nadie.
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