El Encuentro por la Reconciliación Nacional fue el momento más esperado de la visita de Francisco a Colombia.
Tras una representación artística del Salmo 85, el salmo que reza por la paz y la justicia, los 6.000 presentes escucharon conmovidos los testimonios de 4 víctimas del conflicto colombiano y agresores arrepentidos.
Pastora Mira levantó el aplauso de todos con su escalofriante relato: perdonó y cuidó del asesino de su padre cuando era anciano y estaba abandonado.
Años después una de sus hijas desapareció y encontró su cadáver 7 años después. Pero no fue todo: en 2005 un grupo paramilitar asesinó a su hijo menor.
PASTORA MIRA GARCÍA
“Tres días después de haberlo sepultado, atendí, herido, a un jovencito y lo puse a descansar en la misma cama que había pertenecido a Jorge Aníbal. Al salir de la casa, el joven vio sus fotos y reaccionó contándome que era uno de sus asesinos y cómo lo habían torturado antes de matarlo. Doy gracias a Dios que, con la ayuda de Mamita María, me dio la fuerza de servirle sin causarle daño, a pesar de mi indecible dolor”.
La mujer depositó ante los restos del Cristo de Bojayá uno de sus recuerdos más preciados: la camisa que su hija desaparecida había regalado al hijo que años más tarde fue asesinado. Fue un gesto que para Francisco no pasó desapercibido.
FRANCISCO
“Es el crucificado de Bojayá quien te ha dado esa fuerza para perdonar y para amar, y para ayudarte a ver en la camisa que tu hija Sandra Paola regaló a tu hijo Jorge Aníbal, no sólo el recuerdo de sus muertes, sino la esperanza de que la paz triunfe definitivamente en Colombia. Gracias. Gracias”.
El Cristo de Bojayá al que se refería Francisco era la imagen mutilada que presidía el encuentro.
Fue testigo de una masacre en 2012 y se convirtió en el símbolo del conflicto colombiano. La parroquia donde estaba recibió un cilindro bomba que mató a casi un centenar de personas que se refugiaban en su interior para huir de los enfrentamientos entre paramilitares y FARC.
Durante su intervención el Papa dijo que misericordia y justicia son compatibles y que las otras tres personas que hablaron junto a Pastora, entre ellos un exmilitante de las FARC, son ejemplo de que se puede comenzar de nuevo.
FRANCISCO
“Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible, y eso sólo es posible con el perdón y la reconciliación concreta. Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios y déjate reconciliar”.
Al terminar el Papa y todas las personas presentes rezaron por la paz y Francisco se dirigió hacia la Cruz de la Reconciliación Nacional que recuerda a las miles de víctimas causadas por la violencia en las últimas décadas.
