Con estos cantos corales en armenio comenzó la ceremonia de inauguración de la nueva estatua de San Gregorio de Narek en los jardines Vaticanos.
El Papa Francisco bendijo la pieza hecha en bronce que recuerda a este místico armenio del siglo X.
Acompañó al Papa una nutrida delegación del gobierno armenio y de la Iglesia apostólica armenia. Estuvo presente el presidente de Armenia y los patriarcas apostólicos Karekin II y Aram I.
San Gregorio de Narek es doctor de la Iglesia desde el año 2015. El Papa Francisco le concedió este título el mismo año en que se conmemoró el centenario del genocidio armenio.
El santo está considerado un héroe de la cultura armenia y uno de sus más célebres poetas. Se le llama el “San Agustín” de los armenios. Es también el símbolo del ecumenismo entre cristianos católicos y los cristianos ortodoxos en Armenia.
Antes de esta ceremonia, el Papa departió en privado con el presidente de Armenia, Serzh Sargsyan, con quien trató el tema de las minorías cristianas en el contexto de guerra que sufre la región.
El presidente regaló a Francisco una reproducción de la iglesia de Santa Hripsime, una de las primeras mártires cristianas de Armenia. El Papa, por su parte, le entregó un bajorrelieve que representa a la sagrada familia y los documentos principales de su pontificado.
A continuación Francisco se reunió también en privado con Karekin II, Patriarca supremo y Catholicós de todos los armenios, quien le regaló las principales obras de San Gregorio de Narek.
Y departió también con un entusiasmado Aram I, Catholicós de la Iglesia Armenia Apostólica de Cilicia.
La Iglesia apostólica armenia se separó de Roma tras el Concilio de Calcedonia, en el año 451. Según la tradición está fundada por los apóstoles Bartolomé y Judas Tadeo.
