Durante su visita papal a Palermo para recordar el 25 aniversario del asesinato del Padre Pino Puglisi a manos de la mafia, el Papa denunció que la mafia causó su muerte y corrompe esa zona de Italia.
FRANCISCO
“No se puede creer en Dios y ser mafiosos. Quien es mafioso no vive como un cristiano, porque blasfema con la vida el nombre de Dios-amor. Por eso a los mafiosos les digo: '¡Cambiad, hermanos y hermanas! Parad de pensar en vosotros mismos y en vuestro dinero'”.
El Papa recordó la vida del beato padre Pino Puglisi. Recordó como unos mafiosos lo asesinaron a tiros en la puerta de su casa el día de su cumpleaños.
FRANCISCO
“El padre Pino, él sí, él sabía a lo que se arriesgaba, pero sobre todo sabía que el peligro de la vida es no arriesgar, vivir entre la comodidad, cosas a medias y atajos”. Señor, concédenos el deseo de obrar el bien; de buscar la verdad detestando la falsedad; de elegir el sacrificio, no la pereza; el amor, no el odio; el perdón, no la venganza”.
Explicó que se trata de una ilusión pensar que uno puede ser más feliz con poder y más dinero. En realidad, dijo, quien vive así es un esclavo en vida.
FRANCISCO
“El egoísta piensa solo en ocuparse de su propia y se apega a las cosas, al dinero, al poder, al placer. Entonces el diablo se encuentra las puertas abiertas. El diablo 'entra por los bolsillos', si estás apegado al dinero. El diablo te hace creer que todo va bien pero en realidad el corazón se anestesia con el egoísmo. El egoísmo es una anestesia muy potente. Este camino termina siempre mal: al final uno acaba solo y vacío dentro”.
El Papa pidió a todos los peregrinos que eligieran el camino que querían para su futuro: el del amor o el del egoísmo.
