De campeón de atletismo a seminarista

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20/10/2018
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El sínodo de obispos se está ocupando de dos cuestiones: los jóvenes y la vocación. 

Van unidas, porque los grandes ideales de esta edad, permiten también tomar grandes decisiones. 

El teólogo Giuseppe di Virgilio participa como experto en el sínodo. Dice que la vocación es la respuesta que se da a una invitación que Dios siembra en cada corazón. Una respuesta que toca todos los ámbitos de la vida.

P. GIUSEPPE DI VIRGILIO
Experto del Sínodo de Obispos
“El ministerio sacerdotal, como recuerda la Carta a los Ebreos, es la expresión de la pastoralidad de Cristo, que se manifiesta a través del servicio del ministerio. Por eso creo que es fundamental captar la belleza y la riqueza”.

Esto es lo que llevó a Juan Carlos a cambiar de vida. Este guatemalteco era hijo único. Desde pequeño acompañó a su madre a Misa. Fue el primero de su familia que pudo ir a la escuela. 

A los doce años descubrió su pasión por el atletismo. Y curiosamente, cuanto más veloz iba, más se acercaba a la Iglesia. 

JUAN CARLOS CHAY
Seminarista
“Por correr correr, correr, me fue gustando, me fue gustando y subí un poco de nivel hasta llegar a la Selección Nacional en mi país. Entonces tuve la oportunidad de representar a mi país en el deporte, en el atletismo, yo tenia le especialidad de 3 mil metros, 5 mil metros y 10 mil metros y así, desde entonces empece a recibir apoyo de la Federación Nacional de Atletismo, del Comité Olímpico de Guatemala, pero siempre tenia esa inquietud de entrar en un seminario, de ser sacerdote”.

Quería entrar en el seminario, pero los triunfos deportivos le llevaban a retrasar su decisión. Todo cambió por casualidad, curiosamente mientras veía una película sobre el Padre Pío. La entrega del sacerdote italiano le conmovió y decidió entrar en el seminario. Allí unió su fe con el atletismo.

Juan Chay piensa que los jóvenes tienen grandes aspiraciones, pero que éstas se pierden ante muchas distracciones. Les propone que se apoyen en la fe para no abandonar esos grandes sueños. 

JUAN CARLOS CHAY
“Es cierto que la Iglesia necesita de los jóvenes pero yo creo que somos nosotros los jóvenes que necesitamos de la Iglesia porque es en la iglesia que nosotros conocemos a Cristo y el conocer a Cristo automáticamente nos ilumina nuestro camino”.

Juan ya lleva dos años siguiendo su vocación en el seminario “Sedes Sapientiae” de Roma. Tiene 28 años, y lleva 7 preparándose para el gran día en que será ordenado sacerdote. 

Esta convencido de que es su vocación y que con ella puede ayudar a miles de personas. 

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