El Papa se reunió con médicos y expertos que participaban en un congreso sobre diagnóstico prenatal y atención a los niños que nacen enfermos.
Acudieron 400 personas de 70 países para hablar sobre el cuidado de la vida. Francisco les dio las gracias por combatir la cultura del descarte que condena a muerte a los niños que van a nacer con alguna enfermedad.
FRANCISCO
“Ningún ser humano puede ser jamás incompatible con la vida, ni por su edad, ni por su salud, ni por la calidad de su existencia. Cada niño que se anuncia en el vientre de una madre es un regalo que cambia la historia de una familia: de un padre, de una madre, de los abuelos y de los hermanos”.
El Papa criticó la práctica del diagnóstico prenatal destinada a propiciar el aborto en caso de que se detecte alguna malformación o patología.
FRANCISCO
“El miedo y la hostilidad hacia la discapacidad a menudo conducen a la elección del aborto, configurándolo como una práctica de 'prevención'. Pero la enseñanza de la Iglesia sobre este punto es clara: la vida humana es sagrada e inviolable y debe descartarse con fuerza el uso del diagnóstico prenatal con fines selectivos, porque es la expresión de una mentalidad eugenésica inhumana, que arrebata a las familias la posibilidad de acoger, abrazar y amar a sus hijos más débiles”.
El Papa insistió en que la sociedad y la Iglesia deben dotarse de instrumentos para facilitar la situación de las familias en las que nace un niño con una discapacidad. Un desafío para hacer más humana a la sociedad.
