Desde el próximo 9 de junio entra en vigor el CHARIS; el organismo Vaticano que engloba todos los grupos de Renovación Carismática Católica.
De esta forma establece un canal de comunicación claro con una realidad prácticamente inabarcable, formada por 120 millones de católicos que pertenecen a uno de los cientos de grupos de espiritualidad carismática, muy parecidos entre sí. Esto dificultaba que la Santa Sede pudiera comunicarse con ellos.
El predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, será el asistente del Vaticano ante la nueva estructura que los engloba. Explica que este movimiento ha frenado el éxodo de los católicos a otras confesiones cristianas en muchos países de América.
P. RANIERO CANTALAMESSA
Asistente eclesiástico de CHARIS
“Las personas que entraban en contacto con esta realidad cambiaban de vida, cambiaban sus matrimonios, su modo de ponerse al servicio de la Iglesia”.
Jean-Luc Moens será el rostro visible del CHARIS. Se encargará de moderar el diálogo de los grupos de Renovación Carismática entre sí y con la Santa Sede. Explicó que el núcleo de esta corriente consiste en redescubrir la fuerza del Espíritu Santo. El sábado serán recibidos por el Papa por la mañana y por la tarde asistirán a una Misa en San Pedro.
JEAN-LUC MOENS
Moderador de CHARIS
“Tenemos la alegría de poder ser recibidos del Papa el sábado próximo y podremos escuchar lo que nos pide. Queremos servir a la Iglesia. Lo queremos hacer humildemente. La Renovación Carismática no es propietaria del Espíritu Santo. Es una forma de vida en el Espíritu Santo”.
Más de 500 líderes de Renovación Carismática Católica están reunidos en Roma en el Aula Pablo VI para preparar este nuevo paso del inicio del CHARIS.
El germen de esta corriente nació en Estados Unidos a finales de los 60. Antes existía en ambientes protestantes y desde Roma confían en la gran capacidad que tienen para fomentar el ecumenismo.