En agosto el Papa nombró a cinco nuevos miembros de la Pontificia Academia de las Ciencias. Tres ganaron el Premio Nobel y son mujeres.
Una de ellas es la canadiense Donna Strickland. En 2018 se convirtió en la tercera mujer Nobel de Física por su investigación sobre el láser. Dice que formar parte de la Pontificia Academia de las Ciencias es una gran oportunidad para colaborar con científicos de todo el mundo.
DONNA STRICKLAND
Premio Nobel (2018)
“Lo fascinante de esta academia es que es de verdad internacional. Muchos de sus miembros son personas de gran prestigio en sus naciones. Formar parte de este grupo es una oportunidad para compartir experiencias en distintos campos y con personas de todo el mundo”.
La Pontificia Academia de las Ciencias fue fundada en el año 1603 y se convirtió en una organización de vanguardia. Constituye un punto de contacto entre Ciencia y Fe, entre científicos y la Iglesia. Es un órgano consultivo que entrega sus conclusiones al Papa.
A sus encuentros acuden estudiosos de primer nivel como Stephen Hawking, quien participó en varios de sus encuentros.
DONNA STRICKLAND
Premio Nobel (2018)
“Hay personas que va a la Pontificia Academia para escuchar tanto a científicos como a líderes religiosos. Y es importante que la Iglesia católica, a través de este organismo, esté abierta a la comunidad científica”.
En la Pontificia Academia de las Ciencias hay investigadores de distintas disciplinas. Es un espacio donde intercambian pareceres sobre cuestiones de actualidad como el cambio climático.
DONNA STRICKLAND
Premio Nobel (2018)
“Por ejemplo, este Papa ha demostrado su interés por el medio ambiente y muchos de nosotros compartimos esa preocupación. Así que la academia es un lugar donde podemos reflexionar sobre ello. El medio ambiente afecta a todo. Al hielo de los océanos, al aire, a la biodiversidad... por lo que se necesitan científicos de distintos campos para buscar soluciones”.
Las otras dos Nobel nombradas por el Papa son Jennifer Doudna, de Estados Unidos, y Emmanuelle Charpentier, de Francia. Ambas se hicieron con el galardón de Química en 2020, por sus trabajos en genética.
JM
