“Sabina” es la historia de una pareja de Rumanía que descubrió el perdón y el cristianismo en medio de una tragedia personal durante la II Guerra Mundial.
Con la llegada de los comunistas, los nazis empiezan a escapar de Rumanía, después de haber torturado a la población. No se esperan que la ayuda de Sabina y Richard Wumbrand, cuya familia había sido asesinada por los nazis.
-'Los rusos están continuamente entrando en esta casa, no puedes estar allí'.
-'¿Cómo sabemos que podemos confiar en ti?'
-'No lo sabes'.
-'¿Sabes que te condenan a muerte si das refugio a un soldado alemán?'
-'Lo sé'.
Los soldados nazis no entienden porqué Sabina les ayuda.
-'Os protegeré de los rusos, no puedo protegeros de la ira de Dios'.
JOHN GROOTERS
Director, 'Sabina'
“Es muy impactante aprender eso de amar a tus enemigos, algo tan opuesto a la intuición de la raza humana. Pero Richard y Sabina habían alcanzado el nivel más alto de la vida cristiana, y eran literalmente capaces de derramar el amor de Cristo incluso a sus peores enemigos”.
A lo largo de la película, Sabina cuenta su historia. No siempre fue cristiana. Primero se convirtió su marido, tras pasar una temporada aislado en la montaña recuperándose de la tuberculosis. Sabina siguió sus pasos y se comprometieron a servir a Cristo a cualquier precio.
JOHN GROOTERS
Director, 'Sabina'
“La línea de la película es que el corazón del Evangelio es el perdón. Es algo fácil de entender pero difícil de practicar. La película nos da un par de ejemplos de lo que estamos llamados a hacer, porque también nosotros hemos sido perdonados. Cuando Sabina y Richard reconocen que Cristo les ha perdonado, pueden perdonar a otros, y Cristo puede perdonar a otros también si se lo piden”.
Años después, los protagonistas de esta historia fundaron la organización “The Voice of The Martyrs”, “La Voz de los Mártires”, que apoya a cristianos necesitados en todo el mundo.
JOHN GROOTERS
Director, 'Sabina'
“En nuestro mundo actual hay muchos cristianos perseguidos. 'La Voz de los Mártires' fue fundada por Richard y Sabina Wurmbrand, y cuando los conocemos y vemos su historia, tiene mucho sentido que cuando se exiliaron y llegaron a EE.UU. fundaran un ministerio para recordar a otros que estaban en una situación parecida a la que ellos habían vivido”.
50 años después de su fundación, el legado de Sabina y Richard sigue vivo. Hoy “La Voz de los Mártires” trabaja en unos 63 países. Un sueño hecho realidad que comenzó en medio de la tragedia, en una Rumanía azotada por la guerra.
SS
