El Papa llegó a la ciudad de Floriana en Malta para celebrar la misa ante 20.000 personas y representantes de las distintas comunidades religiosas de la isla.
El Papa no se dirigió al altar con los demás celebrantes, sino que entró por detrás del escenario con una sencilla férula de madera.
En su homilía, Francisco dejó claro que ser cristiano no es ir buscando los errores de los demás, sino vivir el Evangelio en su día a día.
FRANCISCO
Los que creen defender la fe señalando con el dedo a los demás pueden tener cierta 'religiosidad', pero no han abrazado el espíritu del Evangelio, pues desprecian la misericordia, que es el corazón de Dios.
Tras la misa, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna agradeció al Papa su visita. El Papa le regaló un cáliz, es algo que suele hacer cuando visita a los líderes religiosos.
A continuación, se dirigió a los jóvenes presentes, les dijo que no tienen que tener miedo de seguir a Jesús ni a olvidar sus raíces.
FRANCISCO
Hablad con los ancianos, hablad con vuestros abuelos, hablad con los ancianos.
El Papa se detuvo a consagrar un icono de la Virgen antes de salir por el fondo del escenario. Es su último acto público durante su viaje a Malta. También visitará un centro de refugiados antes de volver a Roma.
JM