Francisco reflexionó sobre la Semana Santa y su significado en la audiencia general.
Recordó que Jesús vino a traer la paz, pero no una paz política, sino respetuosa con la libertad de las personas.
FRANCESCO
La paz que Jesús nos trae en Pascua no es la paz que sigue las estrategias del mundo, que piensa que se puede obtener con la fuerza, con la conquista y con varias formas de imposición. Esta paz, en realidad, es solo un intervalo entre las guerras
Es por eso que la agresión armada de estos días, como toda guerra, representa un ultraje a Dios, una traición blasfema del Señor de la Pascua, preferir a su rostro bondadoso el falso dios de este mundo.
Como ejemplo el Papa recordó el cuento de “El Gran Inquisidor”, de Dostoevskij, que sale en “Los hermanos Karamazov”. En él se narra cómo reaccionaría el mundo hoy en día si Jesús volviera al mundo. Al principio todos lo acogen en medio de grandes festejos, hasta que llega el Gran Inquisidor.
FRANCISCO
Lo interroga y lo critica ferozmente. El motivo final del reproche es que Cristo, pudiendo ser César, el más grande rey de este mundo, nunca quiso serlo, prefiriendo dejar libre al hombre, antes que subyugarlo y resolverle los problemas con la fuerza.
En la audiencia había muchas más personas que de costumbre y algunos grupos hicieron notar su presencia.
Se trataba del grupo de 2.000 universitarios, la mayor parte de ellos españoles y latinoamericanos.
Cada año en Semana Santa viajan a Roma para participar en congreso, el foro UNIV, para reflexionar sobre los desafíos del mundo actual y vivir el Triduo Pascual junto al Papa.
JRB
