Este uno de los momentos más espectaculares de la Semana Santa tras el Vía Crucis.
San Pedro se ilumina de golpe cuando se anuncia la resurrección de Cristo.
En esta ocasión el Papa tampoco presidió la ceremonia, sino el cardenal Giovanni Battista Re.
Francisco predicó la homilía y al terminar pronunció la frase “Cristo ha resucitado” en ucraniano. En realidad se dirigía a una delegación venida desde Ucrania compuesta por un alcalde y tres parlamentarios.
FRANCISCO
Nosotros solo podemos ofreceros nuestra compañía, nuestra oración y deciros “ánimo” y acompañaros y también deciros la cosa más grande que hoy se celebra: Cristo ha resucitado.
Al día siguiente miles de personas llenaron la plaza de San Pedro para asistir a la última de las celebraciones de la Semana Santa.
Francisco sí presidió la ceremonia, aunque visiblemente cansado. De hecho, mientras pronunciaba el discurso tuvo que sentarse aunque sus palabras fueron igual de duras contra la guerra de Ucrania.
FRANCISCO
Que se elija la paz. Que se deje de presumir de músculo mientras la gente sufre. Por favor, por favor no nos acostumbremos a la guerra. Comprometámonos todos a pedir en voz alta la paz, desde los balcones y por las calles.
El Papa recordó el manifiesto pacifista que en 1955 lideraron Einstein y Russell con el objetivo de promover el desarme nuclear.
FRANCISCO
Que quien tenga la responsabilidad en las naciones escuche el grito por la paz de la gente. Que escuche esa inquietante pregunta puesta por científicos hace casi 70 años: “¿Terminaremos con el género humano o la humanidad sabrá renunciar a la guerra?”.
El Papa pidió rezar por la paz en África y Oriente Medio, con especiales menciones a Jerusalén, Yemen, Libia, Siria, Irak, Afganistán y Líbano.
También pidió oraciones por Myanmar, por los afectados por los recientes desastres naturales en Sudáfrica y por la población de América Latina que sufre la carencia de medios económicos.
Al final repartió la esperada bendición Urbi et Orbi.
En total participaron unas 50.000 personas, prácticamente como en época precovid. La plaza de San Pedro, tras dos años de pandemia, cobró de nuevo vida durante la Semana Santa.
JRB
