El Papa Francisco ha calificado de “bárbara” la destrucción de la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sudeste de Ucrania, tras semanas de asedio ruso.
Tras rezar el Regina Caeli este domingo en la Plaza San Pedro, el pontífice ha hecho un llamamiento para que se abra un corredor humanitario desde la acería de Azovstal, el último bastión de resistencia ucrania, en el que se calcula están atrapados un millar de civiles.
FRANCISCO
Mis pensamientos están con la ciudad ucraniana de Mariúpol, “ciudad de María”, bombardeada y destruida de una forma bárbara. Otra vez, desde aquí, reitero mi petición de que se abran corredores humanitarios seguros para las personas atrapadas en la acería.
El papa denunció además que la guerra en Ucrania es, según sus propias palabras, una 'regresión macabra para la humanidad'.
FRANCISCO
Me pregunto, junto con tantas personas angustiadas, si se busca realmente la paz; si existe la voluntad de evitar una continua escalada militar y verbal; si se hace todo lo posible para silenciar las armas. Les ruego que no nos rindamos a la lógica de la violencia, a la espiral perversa de las armas.
En el Día Internacional de los Trabajadores, el Papa Francisco dijo que la sociedad debe trabajar para construir una economía que no se alimente de la guerra, y ofrezca un trabajo digno para todos.
FRANCISCO
Que [este día] sea un estímulo para renovar los esfuerzos para que el trabajo sea digno en todas partes y para todos, y que desde el mundo del trabajo llegue la voluntad de desarrollar una economía de paz.
El número de banderas en la Plaza de San Pedro sigue aumentando a medida que los peregrinos regresan a Roma.
