Francisco sigue adelante con su agenda oficial y en la mañana del lunes recibió a representantes de Bulgaria y Macedonia del Norte.
Sabemos que usted escucha esto.
De Macedonia vino el presidente, quien se informó bien de los gustos musicales del Papa y probó suerte con este regalo. Un disco de Vlatko Stefanovski, uno de los artistas locales más destacados del país. Entremezcla ritmos locales con el rock y el jazz.
Aunque el regalo que más sorprendió a Francisco fue el que le hizo el primer ministro de Bulgaria. Le entregó este sencillo pesebre hecho con tela de lana que conquistó al Papa.
Esto vale más, más, más, que un vaso de oro.
Francisco sigue manteniendo reuniones en silla de ruedas, aunque eso no parece hacerle perder el humor.
JRB