El vicario general de la arquidiócesis de Managua, Carlos Avilés, es crítico con el Gobierno de Daniel Ortega y prestó su parroquia para que el obispo Rolando Álvarez se refugiara cuando le persiguió la Policía.
Dice que el cierre del Canal 51, propiedad de la Conferencia Episcopal, ha sido un golpe fuerte para la Iglesia católica y que quedan muy pocos canales que digan la verdad.
MONS. CARLOS AVILÉS CANTÓN
Vicario general, Arquidiócesis de Managua
Este canal se solidarizó con Monseñor Rolando, que es su director. Entonces el Gobierno mandó cerrar. La Conferencia Episcopal está sorprendida, no ha dicho nada, pero ciertamente es un golpe más del Gobierno en represión a la Iglesia.
El nicaragüense pide el apoyo del resto del mundo. Dice que la Iglesia está con el pueblo y que está sufriendo lo mismo que sus feligreses.
MONS. CARLOS AVILÉS CANTÓN
Vicario general, Arquidiócesis de Managua
Del resto del mundo esperamos como nicaragüenses la solidaridad porque nos sentimos solos, no sentimos que ninguna autoridad internacional esté velando por el pueblo. Que la Iglesia, gracias a Dios, refleja lo que está viviendo el pueblo. No tenemos ningún privilegio, no tenemos ningún poder y estamos sufriendo lo que está sufriendo el pueblo.
La Iglesia nicaragüense está en el punto de mira del Gobierno de Ortega desde que prestaron auxilio a los manifestantes en las protestas de 2018.
RM
