Tras la canonización de Giovanni Battista Scalabrini, el Papa se reunió con peregrinos scalabrinianos en el Aula Pablo VI.
El superior general de los misioneros scalabrinianos, el padre Leonir Chiarello, felicitó al Papa y le regaló un libro. Francisco subrayó el ejemplo del santo acogiendo a migrantes y su lucha contra la exclusión y la indiferencia.
FRANCISCO
También hoy las migraciones constituyen un desafío muy importante. Ponen en evidencia la imperiosa necesidad de anteponer la fraternidad al rechazo, la solidaridad a la indiferencia.
Estamos llamados hoy a vivir y difundir la cultura del encuentro. Un encuentro como iguales entre los migrantes y las personas de los países que los acogen. Se trata de una experiencia enriquecedora, en cuanto revela la belleza de la diversidad.
El Papa animó a los scalabrinianos a ser creativos y generar espacios para la diversidad y la amistad social. Dijo que pueden ayudar a las personas a ser más acogedores con el diferente.
Tras su mensaje, el Papa bendijo a los peregrinos y saludó a los obispos, cardenales y otros miembros de la familia scalabriniana.
Al final de la canonización del 9 de octubre, el Papa subrayó la fecundidad del trabajo de San Giovanni Battista Scalabrini. Los scalabrinianos ayudan a migrantes en 29 países y siguen la gran aspiración de su fundador: crear un mundo sin fronteras en el que nadie sea extranjero.
KG
TR: RM