En su nuevo libro, titulado 'Mi lucha por la paz', el cardenal Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui (República Centroafricana), describe su historia de ayuda a los más necesitados: los pobres, los abandonados y los heridos.
Nombrado cardenal por el papa Francisco en 2016, el cardenal Nzapalainga ha visto su misión pastoral como una oportunidad para estar cerca de los más pobres, uno de los pilares sobre los que se apoya su vocación.
CARDENAL NZAPALAINGA
Arzobispo de Bangui, República Centroafricana
Fue porque alguien se acercó a los pobres, a mí. Como pobre, me habló de Dios. Yo también habría respondido a la llamada del Señor
para estar cerca de los pobres. Cuando me enviaron a Francia a estudiar teología en el Centro Sèvres, una cosa es leer, ver la televisión, ver a los pobres. Otra es tocarlos o verlos. Ese fue el gran choque. Llegué a París. Había mucha gente con las manos extendidas, sin comida, con la ropa sucia. Y me dije: quiero hacer mi trabajo pastoral con los pobres.
Esta experiencia en Francia cambió la relación del cardenal Nzapalainga con los pobres. La describe como una comunión con ellos, que alimenta su vida cotidiana.
EL CARDENAL NZAPALAINGA
Arzobispo de Bangui, República Centroafricana
Mi conexión con los pobres es más profunda. Yo fui pobre. Y recibí ayuda. Esto, especialmente para mí, es la presencia de Cristo. Si no tienes esa caacidad de sublimación para decir que el que está sucio y huele mal es Cristo, pues te quedarás en el nivel horizontal. Si quieres alejarte, desaparecerás. Si consideras que es Cristo mismo quien está allí y sufre, es que te estás poniendo en el lugar de Cristo.
Para el cardenal Nzapalainga, la pobreza infatil y la devastación de las zonas afectadas por la guerra son recordatorio de que está llamado a estar cerca de la gente.
CARDENAL NZAPALAINGA
Arzobispo de Bangui, República Centroafricana
No voy solo. Él está conmigo. Así que, en estos momentos de oscuridad, los cristianos necesitan ser centinelas. Dios, necesita que sean centinelas. Los centinelas, el centinela está vigilando. Cada día viene a vigilar la casa sin jefe.
Con este mensaje de fe, el cardenal Nzapalainga cree que puede utilizar su posición en la Iglesia para servir a Cristo en los pobres.
