La Comisión Vaticana para la protección de menores ha dado más detalles sobre cómo cumplirá las tres tareas principales que le ha asignado el Papa: elaborar directrices con las conferencias episcopales para prevenir los abusos, supervisar la puesta en marcha de estructuras para denunciar los abusos y presentar al papa un informe anual sobre su cumplimiento.
En abril, el Papa encargó a la comisión esas responsabilidades para mejorar la credibilidad de la Iglesia.
FRANCISCO
Es necesario que la Comisión trabaje con atención, para que la Iglesia no sea solo un lugar seguro para los menores y un lugar de curación, sino que sea un entorno de plena confianza para la promoción de sus derechos en todo el mundo.
En un nuevo documento redactado por el secretario de la comisión, el padre Andrew Small, se señala que uno de los puntos fundamentales del éxito es que las diócesis pongan en marcha centros de escucha para los supervivientes de abusos.
Afirma que en las visitas ad limina a Roma que hacen los obispos, se examinará cómo se cumplen las medidas implantadas en las conferencias episcopales.
El documento también especifica que en su informe anual ofrecerá una visión general de si han aplicado correctamente las medidas contra los abusos en las diócesis y en lugares del mundo que todavía deben aplicarse.
En Roma, la Comisión se reunió para la primera Asamblea Plenaria desde que la nueva Constitución Apostólica del Vaticano entró en vigor en junio. En ella se introdujo a esta institución dentro de la curia romana.
CARD. SEÁN PATRICK O'MALLEY
Presidente, Pontificia Comisión para la Protección de Menores
Por primera vez, el Santo Padre ha situado la importancia de la protección de los niños como eje del gobierno central de la Iglesia.
Intentaremos trabajar estrechamente con la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero manteniendo nuestra propia independencia, que nos permitirá comunicar al Santo Padre nuestras recomendaciones y pensamientos.
El mes pasado, el Papa Francisco duplicó el tamaño de la Comisión. Ahora tiene 20 miembros, entre los que se encuentran abogados canónicos, trabajadores sociales, así como expertos médicos, legales y pastorales.
JM
