El Papa Francisco retomó su Audiencia General semanal en agosto tras la pausa del mes de julio. En su primera de este mes, regresó a la Sala de Audiencias Pablo VI caminando con un bastón en lugar de utilizar la silla de ruedas.
El Papa siguió dedicando mucha atención a la guerra en Ucrania. En el Vaticano, se reunió con el número dos de la Iglesia ortodoxa rusa.
Apenas un mes después de viajar a Canadá con el Papa, el cardenal Marc Ouellet se enfrentó a acusaciones por supuesta conducta inapropiada con una becaria cuando era arzobispo de Quebec. El Vaticano declaró que no había motivos suficientes para iniciar una investigación interna y el cardenal negó dichas acusaciones.
A finales de mes, el Papa reunió en Roma a todos los cardenales del mundo en un consistorio para la creación de nuevos purpurados, el octavo de su pontificado.
Allí, el Papa Francisco dijo que convertirse en cardenal es una llamada especial de Dios.
PAPA FRANCISCO
Nos llama por nuestro nombre, nos mira a los ojos de cada uno. Dejémonos mirar a los ojos. Nos pregunta. “Dime, tú, nuevo cardenal, y vosotros, hermanos cardenales: ¿Puedo contar contigo?” Esa es la pregunta del Señor.
En total, el Papa Francisco creó 20 nuevos cardenales, 16 menores de 80 años y, por tanto, electores para votar a en un futuro Cónclave.
Justo después de recibir los solideos color rojo, se reunieron con el Papa emérito Benedicto XVI, como viene siendo habitual durante el pontificado de Francisco.
Los nuevos cardenales, procedentes de lugares tan diversos como Mongolia, India, Timor Oriental, España y Estados Unidos, se reunieron en Roma para estudiar la nueva Constitución Apostólica, reformadora de la Curia Romana, Praedicate Evangelium.
JM