El Vaticano estará a partir del 20 de mayo en la 18º exposición Bienal de Arquitectura de Venecia. Es un certamen de prestigio internacional donde se muestran la obras más vanguardistas, aunque también tiene espacio para los clásicos.
De hecho, esa es la apuesta de la Santa Sede. Lleva como título “Amistad social: encontrarse en el jardín” y pretende transmitir la sencillez de la regla benedictina con un huerto muy especial en la abadía San Giorgio Maggiore.
Según el Dicasterio para la Cultura y la Educación es también un modo de celebrar los diez años de pontificado de Francisco y el diálogo que ha establecido con el mundo.
MONS. JOSÉ TOLENTINO DE MENDONÇA
Prefecto, Dicasterio Cultura y Educación
Queremos constatar cómo algunas de las ideas principales de este pontificado pueden ser claves para un diálogo con la arquitectura contemporánea y converger en una visión que asuma el riesgo de pensar un futuro diferente.
Según el cardenal Tolentino de Mendonça, toda la obra en su conjunto gira en torno a las encíclicas Laudato si', de 2015, y Fratelli Tutti, de 2020.
MONS. JOSÉ TOLENTINO DE MENDONÇA
Prefecto, Dicasterio Cultura y Educación
Los dos textos nos ayudan no solo a hacer un diagnóstico crítico, preciso y sincero del presente, sino que nos desafían a levantar la mirada, redescubriendo la capacidad de soñar con decisión la profecía de un mundo mejor.
Es por eso que el Vaticano propone al mundo una arquitectura del encuentro, amable y con espacios abiertos. Su muestra también incluye estas esculturas humanoides sobre el encuentro obra del portugués Alvaro Siza.
El diseño del jardín corre a cargo de Studio Albori. Han construido con materiales reciclados un huerto, un gallinero, un granero y una zona de descanso y contemplación. Su objetivo, recuperar el valor de la regla benedictina y “crear un lugar de silencio donde reflexionar sobre cómo volver a empezar”.
RM
