Imagínese cómo se viven momentos como el cónclave desde los pasajes secretos de la Capilla Sixtina y de los Museos Vaticanos, aquellos que e stán cerrados al público. No se pierda la oportunidad de ver el Vaticano por dentro.
Los Museos Vaticanos son el conjunto de estancias que muestran obras de una extensa colección de la Iglesia católica. Su base fue la exposición privada de Julio II , que fue elegido papa en el año 1503; y a lo largo de la historia los papas han ido aumentando las extensas colecciones que contruyen Los Museos Vaticanos.
Este conjunto de salas se compone de diferentes edificios de museos temáticos, edificios pontificios, galerías , monumentos y jardines . Entre ellos también se encuentra la Biblioteca Vaticana.
A primera hora de la mañana, Gianni Crea, Maestro de Llaves, abre las puertas de los Museos Vaticanos a los miles de turistas que los visitan. Cada día, a las 4:45 am coordina el trabajo de las cinco personas encargadas de abrir las salas de los museos. También supervisa a los encargados de cerrarlas alrededor de medianoche.
Pero no sólo dirige estas operaciones. Cada mañana camina más de un kilómetro y medio encendiendo luces y abriendo las puertas.
Cada cerradura y cada llave tienen un número que las identifica. Hay 2.979 llaves, pero despu és de estar aquí 21 años, Gianni las conoce como la palma de su mano.
Uno de los momentos más especiales de su trabajo es encender las luces de la Capilla Sixtina . Aquí, cada mañana, entra a solas y se detiene unos instantes.
La Sixtina, la capilla más conocida del mundo, es un lugar rico en imágenes , pero también en simbolismos. Cada escena tiene un doble e incluso un triple significado . Las paredes laterales son obra de genios como ‘il Perugino’ o Sandro Botticelli. Pero sobre ellos dominan por su majestad la Creación y el Juicio Final de Miguel Ángel.
Actualmente, La Capilla Sixtina , es la sede del Cónclave , la reunión en la que los cardenales eligen a un nuevo papa. Dentro están los cardenales que tienen derecho a voto, los menores de 80 años. Se hacen dos votaciones. Una por la mañana y otra por la tarde hasta que salga un elegido por mayoría de 2/3.
Tras cada votación se realiza la famosa fumata blanca o negra que el Maestro de Llaves puede ver desde su puesto especial.
Nadie puede predecir la duración de un cónclave . De hecho, el más largo duró unos tres años y el más breve duró solo tres votaciones.
Dure mucho o poco, el caso es que la vista de la Capilla Sixtina desde los Museos Vaticanos ofrece un panor ama espectacular. Tanto desde dentro, como cardenal, como desde fuera, como Maestro de llaves.
