La Iglesia católica del Reino Unido se ha pronunciado contra las violentas protestas que han estallado en todo el país en la última semana.
Todo comenzó cuando tres niñas menores de nueve años fueron brutalmente apuñaladas hasta la muerte en Inglaterra mientras iban a una fiesta temática.
La identidad del asesino, un joven de 17 años hijo de migrantes de Ruanda, ha desatado violentas protestas contra la inmigración. Tanto es así que se han registrado los peores desórdenes en el país desde hace décadas.
El cardenal Nichols, Presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, ha publicado una declaración conjunta con las otras iglesias en la que se lee:
Reconocemos la rabia que sienten muchos ante estos asesinatos sin sentido. También reconocemos la profunda y preocupante ansiedad que suscita la inmigración.
La declaración continúa afirmando lo siguiente:
Hemos sido testigos de ataques violentos y racistas y de intimidaciones en nuestras calles… El racismo no tiene cabida en nuestras calles ni en la sociedad, y no debe fomentarse en las comunidades ni en Internet".
En todo el Reino Unido se ha rendido homenaje a las jóvenes víctimas. Una de ellas, Alice, fue homenajeada en la iglesia católica en la que recibió su primera comunión y donde la noticia de su asesinato se acogió con profundo dolor.
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TR: AM