León XIV cumplió el 15 de agosto cien días como papa. Lo pasó en Castel Gandolfo, con una mañana llena de eventos públicos y privados en su agenda.
Comenzó celebrando la misa por la solemnidad de la Asunción en esta parroquia. Es la de Santo Tomás de Villanueva, un agustino del siglo XV. Un espacio reducido al que solo accedieron las autoridades y locales.
Pero la plaza fuera estaba así: repleta de gente. Se estima que había unas 2.500 personas, que escucharon atentamente las palabras de León a las 12 en el rezo del ángelus.
El papa recordó aquel día en el que Pío XII proclamó el dogma de la Asunción, que fue el 1 de noviembre, pero cuya solemnidad se estableció cada 15 de agosto.
Hizo referencia a los tiempos difícil del papa Pacelli, cuando todavía quedaban resquicios de la segunda guerra mundial y las relacionó con el contexto actual.
LEÓN XIV
Estas palabras son más actuales que nunca. Todavía hoy desgraciadamente nos sentimos impotentes ante el propagarse en el mundo una violencia cada vez más sorda e insensible a cualquier gesto de humanidad. Y, sin embargo, no debemos dejar de esperar, pues Dios es más grande que el pecado de los hombres. No debemos resignarnos a que prevalezca la lógica del conflicto y de las armas.
Tras el ángelus y sin que estuviera previsto de forma oficial, el papa fue a comer a la oficina parroquial. Estas que ven son las imágenes de la salida. Cientos de personas esperándolo con la esperanza de poder estrecharle la mano al papa.
CA
