A principios del siglo XX, el 6,5% de los iraquíes eran cristianos. Ahora, lo son menos del 1%.
La llegada del Isis provocó la estampida final. En el año 2003 había 1.400.000 cristianos en el país, y se calcula que ahora sólo quedan 250.000.
No regresan por miedo, pero también por falta de estabilidad económica.
Instituciones de muchos países trabajan para reconstruir la sociedad civil en Irak y permitir que surjan nuevos puestos de trabajo. Una de ellas es “Hungary Helps”, del gobierno húngaro, que incluye en su gobierno un encargado de ayudar a los cristianos perseguidos.
TRISTAN AZBEJ
Secretario de Estado para Ayuda de Cristianos Perseguidos
“Primero nos enfocamos en ayudar a la reconstrucción de la Llanura de Nínive para que la gente pueda regresar a su tierra”.
Tristan Azbej ha viajado al Kurdistan para conocer de primera mano la situación de los cristianos que estaban ayudando. Recuerda que todas las comunidades sufrieron la violencia del Isis, no sólo los cristianos, también musulmanes y yazidíes.
TRISTAN AZBEJ
Secretario de Estado para Ayuda de Cristianos Perseguidos
“A veces se les ofreció la alternativa de o convertirse o de huir de su patria. Pero en otros casos, y esto está relativamente poco documentado, fueron asesinados a escala masiva, casi al nivel de genocidio, es sólo una cuestión de definición”.
Tristan Azbej tiene previsto viajar a Irak para participar en la misa del Papa en Erbil. Justo en esa ciudad han ayudado a los refugiados con medicinas, haciéndoles llegar agua, y organizando escuelas.
TRISTAN AZBEJ
Secretario de Estado para Ayuda de Cristianos Perseguidos
“Según está previsto en este momento, el Santo Padre visitará varios lugares que han sido reconstruidos con donaciones del programa Hungary Helps, por ejemplo en Qaraqosh, en Erbil y en Mosul”.
También países como Polonia, Austria y EE.UU. cuentan con proyectos de ayuda directa a las comunidades cristianas de Irak.
Pero sin duda Hungría es uno de los que ha contribuido de forma más directa, con 62,5 millones de dólares.
JMB
