El Circo Máximo, uno de los lugares más emblemáticos de la Ciudad Eterna y escenario de muchos martirios en la Roma Imperial, acogió el principal evento para celebrar los 50 años de la Renovación Carismática Católica.
Acudieron más de 50 mil personas, entre ellos cristianos no católicos. Procedían de 122 países y tienen en común la devoción por el Espíritu Santo.
MICHELLE MORAN
International Catholic Charismatic Renewal Service
'¡Es fantástico ver todas estas banderas de tantos países distintos! ¡Moved vuestras banderas para que podamos verlas! Dios ha logrado unir a personas de todo el mundo aquí hoy'.
Fue un encuentro lleno de alegría, música y emoción. Todos los asistentes quedaron impactados cuando llegó el Papa Francisco. Él también se animó a cantar.
FRANCISCO
'Hoy estamos aquí como en un cenáculo, pero a cielo abierto, porque no tenemos miedo al cielo abierto. Estamos reunidos todos nosotros creyentes, todos aquellos que profesamos que Jesús es el Señor. 'Jesus is the Lord!'. Podría ocurrir que vuestro modo de rezar no guste a alguno, pero es cierto que es plenamente coherente con la tradición bíblica. En los salmos, por ejemplo, David baila ante el Arca de la Alianza lleno de alegría'.
Fue una tarde día especial cargada de color y emociones. Los peregrinos reafirmaron su fe y pidieron ayuda al Espíritu Santo para experimentar lo mismo que los apóstoles en Pentecostés.
El Papa les pidió que estén unidos y que trabajen por la paz. Les advirtió que nunca habrá paz en el mundo si no la viven entre ellos, aceptando las diferencias de las personas que les rodean.
AQ
CTV/AA
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