Durante el mes de noviembre, el Papa pide “por los cristianos de Asia, para que favorezcan el diálogo, la paz y la comprensión mutua, especialmente con aquellos que pertenecen a otras religiones”.
Dice que trabajar en el diálogo “es parte esencial de la misión de la Iglesia en Asia”. Y dado que en este continente el cristianismo representa una minoría, Francisco considera que se trata de un “desafío apasionante”.
Asia acoge al 12% de los cristianos. Hay 141 millones de católicos en sus 48 países, y en algunas regiones como China, Corea del Norte y en determinadas zonas de Filipinas, practicar el catolicismo supone riesgos y persecuciones.