El Papa Francisco conmemoró el 125 aniversario de la Confederación Benedictina y de la primera piedra de la abadía primacial de San Anselmo en Roma.
Antes de que Francisco les agradeciera el trabajo que llevan a cabo desde hace 1.500 años, el abad primado Gregory J. Polan dirigió unas palabras de saludo al Papa.
GRAGORY J. POLAN
Abad Primado (Roma)
“Nuestra historia ha demostrado, no solo la importancia de aprender nociones y conocimientos sino también la necesidad de crecer en sabiduría”.
El Papa recordó su lema: ora et lavora y les aconsejó continuar con el servicio que prestan a la Iglesia y al mundo poniendo la hospitalidad al centro. Dijo que esta es parte de la nueva evangelización.
FRANCISCO
“En esta época, en la que las personas están así de ocupadas que no tienen tiempo suficiente para escuchar la voz de Dios, vuestros monasterios y vuestros conventos se convierten como en oasis donde hombres y mujeres de toda edad, proveniencia, cultura y religión, pueden descubrir la belleza del silencio y encontrarse a sí mismos, en armonía con la creación, consintiendo a Dios restablecer un justo orden en sus vidas”.
Les agradeció su trabajo en el campo del diálogo ecuménico e interreligioso, y también cómo acogen a personas de toda clase y condición. Dijo que este carisma ofrece “la oportunidad de recibir a Cristo en cada persona que llega, ayudando a quienes buscan a Dios, a recibir dones espirituales que les están esperando”.