El Premio Nobel por la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el maestro budista Dasaiki Ikeda han lanzado un insólito llamamiento a los jóvenes.
Han presentado en Roma el documento “La fuerza de la esperanza: reflexiones sobre la paz y los derechos humanos”, y en él instan también promover el desarrollo sostenible y a tener presente el drama de los refugiados.
Adolfo Pérez Esquivel fue encarcelado tras la represión de Argentina durante 14 meses y fue liberado gracias a una petición internacional. Por eso, confía en que si los jóvenes unen fuerzas pueden cambiar el futuro.
ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL
Premio Nobel Por la Paz
“El maestro Ikeda y yo venimos de experiencias muy duras de la vida, traumáticas, dolorosas, pero nunca perdimos la esperanza de que otro mundo es posible. Hemos pasado muchísimas cosas y a las alturas de nuestras vidas tenemos que pasar esto a manos de los jóvenes”.
HIROMASA IKEDA
Hijo maestro budista, Daisaku Ikeda
“Creo que la dificultad y los problemas a los que se enfrentan los jóvenes de hoy en día son sobre todo económicos. Los jóvenes están viviendo una fuerte desocupación y esto les lleva a no encontrar una motivación por la que vivir o dedicar su propia vida”.
Entregaron su documento a Paloma y a Jacopo, ellos dos representan a los jóvenes de todo el mundo y así es como ellos aplicarán este mensaje en su día a día.
JACOPO NARICI
Estudiante y voluntario
“Tengo 22 años y este llamamiento me da fuerza para seguir luchando por mis ideas, colaboro desde hace cinco años con refugiados políticos en mi día a día”.
PALOMA MESSINA
Profesora
“Lo que yo puedo hacer como educadora de niños y adolescentes es alentarlos a ser ellos también promotores de este llamamiento. Lo que significa levantarse e impulsar cambios donde sea que estén”.
El argentino ya se ha encontrado en numerosas ocasiones con el Papa Francisco, pero dice que todavía le quedan muchas cosas por comentar con él y que lo hará este sábado en el Vaticano.
ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL
Premio Nobel Por la Paz
“Es un hijo de la Iglesia latinoamericana y por eso tal vez choca en algunos aspectos con otros sectores porque es un hombre que va a las fuentes. “Si un pastor no tiene olor a ovejas no es un pastor y el Papa tiene el olor a las ovejas que es el pueblo de Dios”.
Con este llamamiento pretende pasar todas sus conocimientos a los jóvenes para que la paz sea posible, aunque sabe que no será fácil, ya que como dijo: “La paz no se regala, se conquista. Es una lucha cotidiana, igual que la democracia”.
