También este miércoles el Papa dio una sorpresa a un grupo de niños y les invitó a subirse en el papamóvil para saludar a los peregrinos. Y durante la vuelta a la plaza de San Pedro, uno de los bebés que bendijo llevaba un traje muy especial.
Luego, en su catequesis, Francisco explicó el quinto mandamiento, “No matarás”. Dijo que sirve para proteger un valor fundamental en las relaciones humanas: el valor de la vida. Recordó que hay que velar por la vida de todos y habló sobre el aborto.
FRANCISCO
“Yo os pregunto. ¿Es correcto quitar la vida a alguien para resolver un problema? ¿Qué pensáis? ¿Es justo? ¿Es justo o no? ¿Es justo pagar a un sicario para que resuelva un problema? No. No se puede. No es justo matar a un ser humano, aunque sea pequeño, para resolver un problema. Es como confiar a un asesino a sueldo la tarea de resolver un problema”.
El Papa explicó que la raíz de este pecado es el miedo. Por eso, pidió que se ayude a los padres que reciben la noticia de que están esperando un hijo enfermo o con discapacidad.
FRANCISCO
“En cambio, a menudo reciben consejos precipitados para que interrumpan el embarazo. Que es un modo de decir... porque interrumpir un embarazo significa matar a uno directamente”. “En realidad (esa persona) es un don de Dios que puede sacarme del egocentrismo y hacerme crecer en el amor. La vida vulnerable nos indica el camino de salida, para salvarnos de una existencia volcada en uno mismo, y descubrir la alegría del amor”.
Francisco recordó que el valor de la vida no se mide por el dinero, el poder o el éxito sino por el amor. Además de respetar la vida de los demás, pidió a todos, y especialmente a los jóvenes que respeten la propia vida.
FRANCISCO
“¡Tú eres una obra de Dios! No te minusvalores, no te desprecies con adicciones que te arruinen y te lleven a la muerte”.
Al final de la audiencia general, el Papa saludó al cardenal argentino Luis Héctor Villalba, de 83 años que ha viajado a Roma; y al cardenal Malcolm Ranjith, que vino con un grupo de peregrinos de Sri Lanka.