El Servicio Jesuita a Refugiados acaba de cumplir 38 años y ya opera en 52 países. Allí proporciona formación, reconciliación y capacitación a quienes se ven obligados a abandonar su país.
Y celebra el aniversario con la noticia de la apertura del proceso de beatificación de su fundador Pedro Arrupe, que fue general de los jesuitas desde 1965 hasta 1983.
Su director internacional, Thomas Smolich, dicen que aún se mantiene vivo el espíruto con el que Arrupe lo fundó.
P. THOMAS H. SMOLICH
Director Internacional, Servicio Jesuita a Refugiados
“El padre Arrupe dijo que lo más importante es acompañar a quienes ayudamos. Habló de servicio humano, pedagógico y espiritual. Se trata de dirigirse a toda la persona. Ellos son nuestras hermanas y hermanos”.
Pedro Arrupe inició el Servicio Jesuita a Refugiados para ayudar a quienes escapaban de Vietnam tras la guerram a finales de los años 70.
Ahora ayudan en decenas de países. Por ejemplo en Irak y Siria, donde están desde que estallaron las revueltas.
Su trabajo consiste en ayudar a reconstruir las comunidades y atender a los desplazados por la guerra.
P. THOMAS H. SMOLICH
Director Internacional, SJR
“No pueden seguir esperando para volver a sus hogares. Por supuesto quieren que las cosas se arreglen, pero sobre todo quieren estar seguros. No se arriesgarán a regresar, ni podrán en peligro la vida de sus hijos si no tienen un lugar seguro al que volver”.
Dice que es comprensible que la gentetenga miedo a los refugiados y desconfíe de ellos. También cree que se debe establecer un proceso de migración más ordenado.
Sin embargo, considera que la solución no es cerrar las fronteras. Propone esforzarse por ser tolerante con los refugiados, que están pasando por una situación desesperada y no tienen otra forma de sobrevivir.
P. THOMAS H. SMOLICH
Director Internacional, SJR
“Líbano tiene más de un millón de refugiados y una población de cinco millones de personas”. “Si Europa tuviera el mismo número, habría unos 145 millones de refugiados y en Estados Unidos unos 80 millones. Estamos hablando de un número relativamente pequeño de personas”.
Espera que el mundo pueda ofrecer más seguridad a quienes desean regresar a sus hogares. Además, pide que se reconstruya Siria de un modo que no sólo beneficie a los que están en el poder, sino también a quienes tuvieron que escapar.
