El pesebre del Vaticano de este año es distinto. Sus formas son menos realistas que las de otros años. Eso es porque viene de Téramo, una región italiana famosa por su cerámica, material con el que es difícil moldear figuras de forma naturales.
MARCELLO MANCINI
Liceo Artistico Francesco Antonio Grué
“La cerámica es un material muy rígido. Basta con pensar que su estructura molecular se parece al acero. Mucho más rígido que el acero. Pero este no es el motivo por el que las figuras tienen esta forma”.
El motivo sería que estas figuras fueron realizadas por un grupo de alumnos de la escuela de arte Francesco Antonio Grué. El gobierno les propuso hace años realizar una serie de figuras siguiendo un modelo geométrico, por lo que eligieron el cilindro.
MARCELLO MANCINI
Liceo Artistico Francesco Antonio Grué
“El cilindro era la base más sencilla e intuitiva. Por eso todo el pesebre tiene esa forma. En el Vaticano se ven 19 figuras pero en realidad hicieron 54”.
Y aún hay una curiosidad más, la que explica por qué entre las figuras está el astronauta que tanto desconcierto ha sembrado entre algunos peregrinos.
Se explica porque el pesebre fue realizado por los alumnos de la escuela en los años 60 y 70.
MARCELLO MANCINI
Liceo Artistico Francesco Antonio Grué
“El astronauta se hizo porque la llegada del hombre a la luna en el 1969 emocionó a los chicos hasta el punto de quererlo poner en el pesebre. Claro, verlo allí hoy, solo, sin ponerlo en contexto, puede sembrar provocativo o irreverente. Pero esa no era la intención”.
El pesebre de San Pedro es producto de una mezcla de dos cosas: la tradición cerámica de Téramo y la creatividad de un grupo de estudiantes de hace más de cuatro décadas.
Y los artistas hicieron bien su trabajo porque tiene más de 50 años y sigue siendo actual.
Cada año el Vaticano propone una región o un país que se encargue del pesebre de la plaza. Es una forma de ensalzar la cultura local de las regiones y mantener un constante diálogo ellas. De paso, también se ahorran recursos.
Cada año el Papa lo va a visitar el 31 de diciembre. Es una ocasión que le permite estar cerca de la gente, aunque este año será diferente a causa de la emergencia sanitaria. Francisco, con mucha probabilidad, lo visitará, pero sin presencia de peregrinos, como en las otras ocasiones.
Javier Romero