Esta es una de las obras del francés Pierre Legros. Se trata del fantástico relieve de la tumba de San Luis Gonzaga en de la iglesia de San Ignacio de Loyola en Roma.
El artista presenta al joven jesuita entre una corte de ángeles siendo coronado con una corona de flores.
DANIEL CUESTA, SJ
Compañía de Jesús
“Él muere sin haber sido ordenado sacerdote. Muere con 23 años, en el año 1591. Y es una especie de Carlo Acutis de la época por todo lo que impresionó a la juventud, pese a su vida tan corta pero tan llena de sentido”.
Su ejemplo de servicio a los demás permanece vigente. Vivió una gran peste en Roma, un episodio que cobró la vida de varios Papas.
Tras renunciar al marquesado de Castiglione se vuelca en el servicio a los demás. Incluso en el momento más duro de la peste.
DANIEL CUESTA, SJ
Compañía de Jesús
“En aquel momento encontró a un apestado en la calle y él lo cargó sobre sus hombros y lo llevó hasta el hospital. Y en ese momento fue el último gran acto de amor y de fe de su vida. Él se contagia de la peste y después viene al Colegio Romano, a la habitación que todavía se conserva donde pasa su agonía y su muerte”.
Esa agonía es representada en el relieve de la tumba del santo, recubierta de lapislázuli.
A los lados del altar se encuentran dos ángeles que representan la pureza y la penitencia, virtudes que caracterizaron su vida, en la que tuvo que mantenerse firme ante su familia.
DANIEL CUESTA, SJ
Compañía de Jesús
“Él era noble, era el heredero, por lo cual no podía entrar en una orden religiosa y menos aún en una orden religiosa naciente como lo era la Compañía de Jesús que no estaba asociada a ninguna dignidad eclesiástica y él debía mantener el linaje de la familia”.
Al final obtiene el permiso de su padre y cede la corona del marquesado a su hermano, diciéndole: “¿Quién de los dos es más feliz?; ciertamente, yo”.
Daniel Díaz Vizzi
