El Papa se reunió con este grupo de sacerdotes de la iglesia de San Luis de los Franceses, que agrupa a la comunidad francesa en la Ciudad Eterna.
Ya de cardenal, Francisco solía visitar esta iglesia durante sus viajes a Roma. Ya que en ella se conserva “La vocación de San Mateo”, una obra de Caravaggio que el Papa admira por su significado.
Francisco les aconsejó no vivir un sacerdocio “aislado del pueblo de Dios”, ya que eso “no es cristiano”.
FRANCISCO
“Los invito a tener siempre grandes horizontes, a soñar, a soñar con una Iglesia al servicio de todos, un mundo más fraterno y solidario. Y para ello, como protagonistas, tienen una aportación que ofrecer. No tengan miedo de atreverse, de arriesgar, de seguir adelante porque todo lo pueden hacer con Cristo que les da la fuerza para hacerlo”.
El Papa les recordó que el “sacerdote es un hombre que, a la luz del Evangelio, difunde el sabor de Dios a su alrededor y transmite esperanza a los corazones inquietos”. Por eso, no pueden tener siempre rostros serios.
FRANCISCO
“La alegría sacerdotal es la fuente de vuestra acción como misioneros de vuestro tiempo”.
Antes de terminar el encuentro, el Papa agradeció el trabajo del padre Landousies, uno de sus más estrechos colaboradores en lengua francesa hasta este mes. Además de elogiar su trabajo, dijo que, en medio de una larga enfermedad, supo dar “testimonio de sacerdote feliz y coherente”.
Daniel Díaz Vizzi
MG
