Escondida en una de las calles romanas que desembocan en Piazza Barberini, se encuentra la Iglesia de de San Ildefonso y Santo Tomás de Villanueva. En su interior está, según muchos autores, el primer cuadro de la Virgen de Guadalupe que llegó a Roma.
JAVIER MONROY
Rector y prior de los Agustinos Recoletos
Pues es muy importante este cuadro para Roma, para los agustinos recoletos, para la historia del arte en general porque es el primer cuadro del evento guadalupano que llega a Roma. Este cuadro llegó aquí por manos de una agustino recoleto en 1672.
La particularidad de este lienzo, pintado por el mexicano Juan Correa, está en su contenido. No se trata de una simple reproduccón, sino que narra el evento guadalupano, es decir, la aparición de la Virgen a San Juan Diego, que en el cuadro está sosteniendo la tilma mientras caen las rosas.
En la capilla en la que se encuentra expuesta la obra, se pueden encontrar otras cuatro pinturas del mismo autor que representan las apariciones previas de la Virgen a Juan Diego.
JAVIER MONROY
Rector y prior de los Agustinos Recoletos
Y lo importante es que es la primera representación que llega a Roma porque sí hay más cuadros en Roma, no exactamente pintando el evento, que aparezca san Juan Diego, sino que son como los que solemos tener: cuadros de la Virgen de Guadalupe. Pero de los que yo tengo noticia son de un siglo posterior, de 1750, 1760, 1770, etc. Digamos que tenemos el orgullo de tener este cuadro que representa la fe del primer siglo del evento guadalupano y que ya lo tenemos en Roma.
El Papa Francisco ha hablado en multitud de ocasiones sobre la devoción que tiene hacia la Virgen de Guadalupe. De hecho, el 12 de diciembre es un día que reserva en su agenda para celebrar una misa en honor de esta advocación mariana.
JAVIER MONROY
Rector y prior de los Agustinos Recoletos
Estos gestos que tiene el Papa hacia la Virgen son impresionantes, pero sobre todo cuando el Papa toma una opción y resalta una devoción especial, pues eso nos llena de mucho orgullo, nos llena de alegría y, sobre todo, hace que nuestra fe se encuentre mucho más unida a la fe del centro de quien es la cabeza de la Iglesia, que es el Papa.
Los Agustinos Recoletos son los encargados de conservar este cuadro de la Virgen. Esta comunidad está en Roma, concretamente en Via Sistina, desde 1619.
CA