Francisco fue recibido con gritos de alegría en la Plaza de San Pedro al comienzo de su audiencia general.
Durante su Catequesis, Francisco se centró en la esperanza. Especialmente en la que brota de la cruz tras la resurrección de Jesús. Animó a los peregrinos a preguntarse de dónde viene su esperanza.
FRANCISCO
Miremos el árbol de la cruz para que germine en nosotros la esperanza. Esa virtud cotidiana, esa virtud silenciosa, humilde, pero esa virtud que nos mantiene en pie y nos ayuda a caminar adelante. Sin esperanza no se puede vivir, ¿dónde está mi esperanza?
Para encontrar esta esperanza, el Papa animó a los peregrinos a deshacerse de las distracciones dentro y fuera de su corazón.
FRANCISCO
También nosotros tenemos tantas cosas inútiles dentro del corazón y también fuera. Mirad vuestras cosas, mirad vuestras cosas. Esto es útil, inútil y haced limpieza ahí. Mirad las cosas en vuestra alma... Os reís pero es verdad. Mirad las cosas en vuestra alma. ¿Cuántas cosas inútiles tienes? ¿Cuántas cosas e ilusiones estúpidas? Volvamos a la simplicidad, a las cosas reales.
Antes de clausurar la audiencia general con una bendición, Francisco recordó a quienes sufren la guerra. Especialmente a las mujeres que han perdido a sus hijos.
FRANCISCO
Y mirando a María, la Virgen ante la Cruz, mi pensamiento va a las madres. A las madres de los soldados ucranianos y rusos que han caído en la guerra. Son madres de hijos muertos. Recemos por estas madres.
El Papa recordó también a todas las víctimas de guerra y violencia. Y pidió de nuevo oraciones para convertir los corazones de la gente en corazones de paz.
KG
TR: RM
