El papa se reunió con el departamento del Vaticano que él mismo creó hace nueve años: la Oficina del Auditor General, encargada de luchar contra la corrupción dentro de la Santa Sede.
Francisco no leyó el texto que tenía preparado, quizás porque aún no está recuperado del todo de sus problemas de salud. El Vaticano tampoco distribuyó imágenes del encuentro, aunque sí confirmó que el discurso se podía considerar como oficial.
En él, el pontífice subrayó la importancia de que quienes desenvuelvan el encargo de revisar las finanzas en el Vaticano, lo hagan con profesionalidad e independencia.
Ciertamente, quienes trabajan en la Santa Sede y en el Estado Ciudad del Vaticano lo hacen con fidelidad y honestad, pero el reclamo de la corrupción es tan peligroso que hay que vigilar bien.
Pero la propia Oficina del Auditor no ha estado exenta de turbulencias. El antiguo auditor general del Vaticano, Libero Milone, fue despedido en 2017 acusado de extralimitarse en sus funciones. Ahora ha demandado al Vaticano por casi 10 millones de dólares, alegando despido improcedente.
LIBERO MILONE
Exauditor general del Vaticano
Yo siempre me moví en el ámbito de las reglas dictadas por el estatuto y por el Santo Padre que era mi único superior.
¿A qué problema nos habíamos acercado? Esta es la pregunta. Qué fue lo que vimos o pensamos que habíamos visto que les creaba problemas.
La vista final del juicio de Milone tuvo lugar en octubre y se espera un veredicto antes de Navidad.
AT
JRB
