León XIV llegó a Castel Gandolfo en coche pero, a pocos metros de su casa, decidió bajarse y hacer el último tramo a pie. La calle que conduce a su residencia estaba repleta de gente.
Nadie se quiso perder la llegada del papa… Había fieles de muchos países…
Santo Padre, México… Lo queremos mucho…
El papa saludó a familias, bendijo a los niños… Y todos sacaron su teléfono para inmortalizar el momento.
En la puerta de su residencia, lo estaban esperando el obispo de Albano, el alcalde, el director de las Villas Pontificias, el párroco y la gobernadora del Vaticano, Raffaella Petrini. Para todos el objetivo era este…
Y tras entrar, sorpresa de nuevo. León XIV salió al balcón para volver a saludar antes de comenzar su periodo de reposo.
CA
