Si pasan por las estancias de Rafael en Museos Vaticanos, llegarán a la conocida como Sala de Constantino, la más grande de todas las que diseñó el genio italiano del Renacimiento.
Lo que se pensaba es que este salón lo habían pintado exclusivamente sus ayudantes. Sin embargo, una restauración de casi diez años desveló algunos secretos ocultos: Rafael llegó a acabar dos pinturas completas antes de morir.
Se trata de dos alegorías, representadas con figuras femeninas. Son 'Iustitia', que significa 'Justicia', y 'Comitas', que significa 'Cortesía'. Tras la larga intervención de la sala, la autoría ya está oficialmente atribuida a Rafael por este motivo.
FABRIZIO BIFERALI
Conservador, Dpto. de Arte (Museos Vaticanos)
Son también la prueba de cómo el maestro quería pintar inicialmente toda la sala al óleo y no al fresco. Es un experimento de un artista que es un innovador, un gran experimentador. Murió en 1520 pintando esta sala y, sus discípulos, incapaces de reproducir su técnica, volvieron a la pintura al fresco.
El punto clave para entender que esas figuras eran de Rafael se descubrió así.
FABIO MORRESI
Responsable, Lab. de Investigación (Museos Vaticanos)
Básicamente hay un clavo por cada esquina del ladrillo que forma la pared. ¿Por qué? Porque esa pared es la única que el equipo de Rafael ya había preparado para que el maestro pintara al óleo.
La Sala de Constantino es una de las grandes obras maestras de Rafael. Según los expertos, se puede considerar su testamento espiritual. Además, las paredes de la estancia respiran historia. Representan las escenas cruciales de 'la Roma de los Césares' a la 'Roma de los papas'.
CA