Este que ven es Carlos Alcaraz, el número dos del mundo del tenis. Con solo 22 años, ha escalado hasta la cima de las grandes estrellas de este deporte.
En el Open de Estados Unidos, un sacerdote lo bendijo. Una imagen muy poco usual de ver en jugadores deportivos.
Menos de una semana después de ser elegido pontífice, León XIV recibió la visita del número uno mundial del tenis: el italiano Jannik Sinner.
Fue una ocasión en la que el papa demostró la gran afición que comparte con este deporte.
La pelota. Si quiere jugar un poco…
Pero aquí… Mejor no. Dejémoslo
Mejor no.
Esta pista de tenis que ven se encuentra en la curia general agustina, a escasos metros de su residencia en el Vaticano.
P. JOSEPH FARRELL
Asistente General para Norteamérica
Venía a rezar con nosotros todos los días, y al menos una vez a la semana subía al jardín a jugar al tenis. Es muy buen jugador de tenis. Juega por deporte, para hacer ejercicio, para aliviar el estrés y también por el placer de jugar.
Pero no todo quedó ahí. Los días previos al cónclave el entonces cardenal Robert Prevost acudía a la curia de la orden a jugar al tenis.
Un deporte que sin ningún lugar a dudas ha ocupado gran parte de su vida. Durante su pontificado quizás tampoco deje de practicarlo.
Los fieles son conscientes de ello, y si no miren lo que pasó en esta audiencia general.
Hasta el aula Pablo VI llevaron una mesa de pin-pon que le regalaron al pontífice.
AM