Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información política de cookies.

Rome Reports

Usted está usando un navegador desactualizado

Con el fin de ofrecer la mayor experiencia a nuestros visitantes utilizamos técnicas de vanguardia en desarrollo web que requieren un navegador moderno. Para poder visualizar esta página, usa Google Chrome, Mozilla Firefox o Internet Explorer 11 o superior.

El Papa Francisco. "México es un pueblo grande, rico, alegre, con capacidad de fiesta"


Durante el vuelo de regreso a Roma, el Papa ha hablado de cómo le ha cambiado su visita a México.

FRANCISCO
"Es un pueblo de una riqueza enorme, un pueblo que sorprende, que tiene una cultura milenaria. ¿Sabéis que hoy en México se hablan 65 lenguas?
El pueblo mexicano... No se puede explicar, esta riqueza, esta alegrí­a, esta capacidad de estar felices pese a las grandes tragedias de las que me habéis preguntado. 
Pero un pueblo que tiene todaví­a esta mentalidad solamente se explica por Guadalupe, y yo os invito a estudiar seriamente el hecho de Guadalupe. La Virgen está allí­. No encuentro otra explicación"

El Papa también ha revelado por qué intenciones rezó durante esos casi 30 minutos en silencio y a solas ante la imagen de la Virgen de Guadalupe

FRANCISCO
"He pedido por el mundo, por la paz... Muchas cosas. La pobrecilla ha acabado con la cabeza cansada. Le he pedido perdón. He pedido que la Iglesia crezca sana, por el pueblo mexicano. Otra cosa. He pedido que los sacerdotes sean verdaderos sacerdotes, las monjas verdaderas monjas, los obispos, verdaderos obispos, como quiere el Señor. He pedido mucho. Pero las cosas que un hijo dice a su madre son secretas, ¿no?"

El Papa ha conocido de primera mano dramas que sacuden México, como el narcotráfico o la violencia. Y dice que regresa triste porque un paí­s tan vivo no se merece nada de esto.