Con este comunicado, el Consejo de Cardenales se solidariza con el Papa “por lo ocurrido en las últimas semanas”, y añade que “la Santa Sede formulará próximamente eventuales y necesarias aclaraciones” al respecto.
El Consejo nació hace 5 años para ayudar al Papa a reformar la Curia y en el gobierno de algunas cuestiones de la Iglesia.
Ahora que ha prácticamente terminado el proyecto de reforma, piden al Papa que “reflexione sobre el trabajo, la estructura y la composición de este Consejo, teniendo en cuenta la edad avanzada de algunos de sus miembros”.
Así facilitan que Francisco nombre nuevos miembros y dé salida a otros.
De hecho, en esta reunión no participa el cardenal Francisco Javier Errázuriz, de Santiago de Chile, quizá por la delicada situación de los obispos chilenos que pusieron sus cargos a disposición del Papa para afrontar la crisis de credibilidad tras los casos de abusos.
Tampoco participa el cardenal George Pell, que será juzgado en Australia por supuestos abusos a menores, de los que se declara “No culpable”.
El Vaticano no distribuye imágenes de las reuniones con el Papa, sólo de esta Misa con algunos miembros del Consejo.