El Papa viajó 8 horas a la isla de Mauricio, y comenzó su peregrinación aquí, en el santuario de Santa María de la Paz.
Una visita breve y muy simbólica pues es el único país africano en el que prácticamente la mitad de la población es de religión hindú. Un 28% son católicos y un 17%, musulmanes.
Aquí celebró una misa multitudinaria ante unas 80 mil personas.
La mayoría de los católicos de la isla son criollos, descendientes de esclavos. Otros proceden de India, de China o de los antiguos colonizadores franceses.
El salmo fue cantado en varios idiomas, para reflejar los diferentes orígenes de los católicos del país.
En la homilía, el Papa pidió a los católicos de Mauricio y de todo el mundo que no se desanimen ante las dificultades.
FRANCISCO
Para vivir el Evangelio, no se puede esperar hasta que todo a nuestro alrededor sea favorable, porque muchas veces las ambiciones del poder y los intereses mundanos juegan contra nosotros.
El Papa se refería también a la falta de vocaciones y al envejecimiento de los sacerdotes. Pero invitó a mirar las cosas de otro modo.
FRANCISCO
Cuando escuchamos el amenazante pronóstico “cada vez somos menos”, deberíamos, en primer lugar, preocuparnos no por la disminución de tal o cual modo de consagración en la Iglesia, sino por la falta de hombres y mujeres que quieran vivir la felicidad haciendo caminos de santidad, hombres y mujeres que permitan que su corazón arda con el anuncio más bello y liberador.
Antes de concluir la Misa, el cardenal Maurice Piat, obispo de la capital, Port-Louis, le dio las gracias por esta visita y le explicó lo que significa para esta región, a menudo ignorada por los grandes de la tierra.
CARD. MAURICE PIAT
Obispo de Port-Louis
Como un padre, usted nos exhorta, nos anima y nos muestra su confianza y seguridad de que podemos aportar una pequeña contribución a la gran y extraordinaria obra de la misión de la Iglesia en el mundo. ¡Gracias de corazón!.
El Papa les regaló un cáliz para que recuerden este viaje cuando celebren la Misa.
En nombre de los habitantes de la isla le regalaron una camiseta de su equipo, el San Lorenzo de Almagro, y el mismo sobrero que llevaban los sacerdotes en la explanada.
El Papa también saludó muy especialmente a las personas de los países cercanos que habían viajado hasta Mauricio para asistir a la ceremonia.
FRANCISCO
Un saludo lleno de agradecimiento a todo el pueblo de Dios aquí presente, en especial a los fieles de Seychelles, Réunion, Comores, Chagos, Agaléga, Rodrigues y Mauricio. Os aseguro mi oración y mi cercanía. Que el Señor siga dándoos sabiduría y fuerza para realizar vuestras legítimas aspiraciones. Y vosotros, por favor, seguid rezando por mí. ¡Gracias!
Desde allí, el Papa se marchó hasta la residencia del obispo de Port-Louis, donde tenía previsto almorzar con otros cuatro obispos del país.
Javier Martínez-Brocal
