Francisco presidirá la ceremonia del Domingo de Ramos en San Pedro pero en el interior y sin peregrinos. Será en el Altar de la Cátedra, al fondo de la basílica, y con unos pocos colaboradores. Esto quiere decir que no habrá la tradicional procesión con las palmas que cada año se hacía desde el obelisco de la plaza.
Con esta ceremonia dará comienzo una Semana Santa especial, a puerta cerrada y sin el calor de los miles de fieles que por estas fechas inundaban las calles de Roma. La liturgia solo se podrá seguir en streaming.
Para suplantar la falta de proximidad física el Papa ha redoblado sus apariciones en directo a través de Internet, donde ahora, por ejemplo, se puede participar en su Misa diaria. Tampoco ha suprimido ninguna de las citas semanales que tenía con los peregrinos, ni las audiencias generales de los miércoles ni los Ángelus de los domingos.
Por todo eso, en el Domingo de Ramos el Papa dará un mensaje de especial repercusión que ayude a los cristianos a vivir la Semana Santa en plena pandemia.
Javier Romero