El Papa tuvo también esta semana la audiencia general desde su biblioteca personal.
Durante su catequesis, explicó en qué consiste la oración cotidiana. Recordó que es un modo de rezar que nace del amor.
FRANCISCO
“El que reza es como un enamorado: lleva siempre en el corazón a la persona amada, vaya donde vaya. Por eso, podemos rezar en cualquier momento, en los acontecimientos de cada día: en la calle, en la oficina, en el tren; con palabras o en el silencio de nuestro corazón”.
Francisco advirtió que no hay que esperar a que llegue una situación perfecta para comenzar a hablar cotidianamente con Dios.
FRANCISCO
La gente que vive siempre pensando 'En el futuro, en el futuro será mejor', no acoge el hoy como llega. Es gente que vive en la fantasía. No sabe aprovechar el concreto de lo real. El hoy es real, el hoy es concreto. Y la oración se produce en el hoy. Jesús sale a nuestro encuentro hoy. En el hoy que estamos viviendo.
El Papa recomendó detenerse cuando invadan pensamientos y situaciones que susciten ira o desasosiego. Propuso llevar estos sentimientos a Dios y confrontarse con Él para recuperar la esperanza.
Dijo que de la oración se pueden sacar energías para afrontar las dificultades, superar la rabia, aceptar la propia fragilidad y las de los demás, perdonando.
Antes de marcharse, recordó a las víctimas de la tragedia del glaciar que se desprendió en India y que provocó la desaparición de más de un centenar de personas y miles de desplazados.
FRANCISCO
Expreso mi cercanía a las víctimas de la calamidad ocurrida hace tres días en el norte de la India.
Rezo por los trabajadores fallecidos y por sus familias y por todas las personas heridas o damnificadas.
También felicitó a quienes esta semana en Extremo Oriente celebrarán el año nuevo lunar.
Y recordó que mañana es el día de la Virgen de Lourdes, en el que la Iglesia tradicionalmente reza por los enfermos.
Javier Romero