Durante el ángelus de este domingo, el Papa reflexionó sobre las palabras de Jesús que alejaron a muchos de sus seguidores: “Quien come mi carne y bebe mi sangre tendrá la vida eterna”.
Dice que a muchos discípulos les costó aceptar la Encarnación de Jesús, algo que también cuesta hoy a muchos cristianos.
FRANCISCO
'Las palabras de Jesús causaron gran escándalo: Dice que Dios ha decidido manifestarse y realizar la salvación en la debilidad de la carne humana. Es el misterio de la Encarnación. La Encarnación de Dios es lo que suscita escándalo y representa para aquellas personas, pero también para nosotros, un obstáculo'.
Según el Papa, la Encarnación también recuerda que no se conoce a Cristo a través de abstracciones, sino a través de nuestra relación con los demás.
FRANCISCO
'Esto significa que no debemos seguir a Dios en sueños o en imágenes de grandeza y poder, sino que hay que reconocerlo en la humanidad de Jesús y, en consecuencia, en los hermanos y hermanas que encontramos en el camino de la vida. Dios se ha hecho carne'.
Tras el ángelus, saludó a varios grupos que había en la plaza de San Pedro de diferentes países. Entre ellos, los sacerdotes y seminaristas de EE.UU. que han viajado a Roma para comenzar sus estudios.
FRANCISCO
'Saludo especialmente a los sacerdotes y seminaristas del Pontificio Colegio Norteamericano. Ahí están'.
Han pasado casi dos meses desde que se operó de colon, y ya su voz era notablemente más fuerte. En cualquier caso, como es habitual, el Papa pidió a los asistentes que rezaran por él.
JM/JMB