La crisis en el norte de Etiopía no mejora. El 2 de noviembre el gobierno decretó el estado de emergencia después de que su rival, el Frente Popular de Liberación de Tigray anunciara la captura de dos ciudades clave.
La situación de la población local preocupa en las Naciones Unidas.
STÉPHANE DUJARRIC
Portavoz Secretaría General Naciones Unidas
“Nuestros colegas humanitarios informan de que el acceso a la parte norte del país sigue siendo difícil. Como hemos mencionado en repetidas ocasiones, la gente de allí necesita ayuda humanitaria urgente. En Tigray, la situación humanitaria sigue deteriorándose debido a las restricciones impuestas a la entrega de suministros humanitarios en la región a través de la única ruta, que es a través de Afar; y es la carretera Semera-Abala-Mekelle”.
El conflicto entre el Tigray, la región del norte de Etiopía y el gobierno central se agravó especialmente a finales de 2020. La escalada de violencia no ha bajado de intensidad desde entonces en un país ya castigado por la hambruna.
Acceder allí es tremendamente complicado para la ayuda humanitaria y los periodistas.
Se calcula que hay más de 5 millones de desplazados y los que se han quedado atrapados en la zona de conflicto están abandonados a su suerte.
BSB