Nadie se lo esperaba. Pero la primera sorpresa del Jubileo de los Jóvenes fue esta.
Cuando León XIV apareció en la misa de apertura. Nadie se lo esperaba. No estaba prevista su presencia. Y sus palabras desataron el furor de los participantes.
LEÓN XIV
¡Vosotros sois la sal de la tierra, luz del mundo! Y hoy sus voces, su entusiasmo, sus gritos, que todos son por Jesucristo, y ¡los van a escuchar hasta el fin del mundo!!
El Jubileo de los Jóvenes fue mucho más que un encuentro con el papa. Fue una ocasión para profundizar en la fe y experimentar la magnitud de la Iglesia católica.
Se organizaron catequesis o celebraciones penitenciales como esta, en donde la predicación corrió a cargo de un arzobispo exiliado: Rolando Álvarez.
También hubo confesiones masivas.
Más que nada pedir perdón por mis pecados a Jesús y después para también sentirme mejor yo, más cómoda más limpia más feliz.
La vigilia en Tor Vergata fue un momento crucial. Y el gesto del papa de cargar con la cruz del jubileo no pasó desapercibido a nadie.
Minutos después entabló un diálogo con los jóvenes. Una de las ideas que el pontífice más repitió fue esta.
LEÓN XIV
Queridísimos jóvenes, se aprende a elegir a través de las pruebas de la vida, y ante todo recordando que nosotros hemos sido elegidos. Esta memoria debe ser explorada y educada. ¡Hemos recibido la vida gratuitamente, sin haberla elegido! En el origen de nosotros mismos no hubo una decisión propia, sino un amor que nos quiso.
No faltaron espinas en el Jubileo. Dos peregrinas fallecieron durante el viaje. Y otro joven ingresó en el hospital. El papa tuvo palabras para todos ellos.
Al día siguiente, durante la misa, el papa lanzó su último mensaje a la juventud.
LEÓN XIV
Aspirad a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos. Entonces verán crecer cada día la luz del Evangelio, en ustedes mismos y a su alrededor.
Y así se cerró uno de los más esperados eventos del calendario jubilar y de este año santo. Una de las semanas más esperadas. Este ha sido hasta ahora el encuentro más multitudinario que León XIV ha presidido hasta la fecha.
BAM/JRB