Como cada año, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Papa se acercó hasta la plaza de España de Roma para rendir homenaje a la Virgen María. Francisco preparó una oración para la ocasión.
FRANCISCO
'Hoy aquí en el corazón de Roma, sentimos tu voz de madre que llama a todos a ponerse en camino hacia aquella Puerta que representa a Cristoâ?.
Después se depositó un ramo de flores con los colores del Vaticano a los pies de la Virgen.
Tras la oración, el Papa se detuvo unos 30 minutos para saludar a la multitud de personas que lo acompañaron. Dedicó su saludo más afectuoso a decenas de personas enfermas que esperaron en la calle.
Al terminar, Francisco se retiró en el coche que emplea normalmente y con el que también llegó a la plaza.