Después de prácticamente 6 meses sin contacto con personas de fuera del Vaticano, el Papa se encontró de nuevo con peregrinos.
Los saludó así antes de comenzar su catequesis. Todos llevaban mascarilla y el Papa mantuvo la distancia de seguridad.
Francisco quiso recuperar el tiempo que la pandemia ha arrebatado y se detuvo a escuchar a los asistentes. Uno de los momentos más emotivos fue este: El Papa rezó unos instantes tras besar y sostener una bandera del Líbano.
FRANCISCO
“Después de tantos meses, retomamos nuestro encuentro cara a cara; no pantalla a pantalla, cara a cara. Esto es bonito”.
El Papa continuó con su diagnóstico sobre el mundo post-pandemia. Explicó que estos meses han demostrado que somos interdependientes. Por eso, ahora más que nunca será necesaria la solidaridad.
FRANCISCO
'No es solo cuestión de ayudar a los demás, -está bien hacerlo-, es más, se trata de justicia.
“La solidaridad hoy es el camino para vivir en un mundo post-pandemia hacia la curación de nuestras enfermedades personales y sociales. No hay otra opción: o vamos adelante por el camino de la solidaridad, o las cosas serán peores”.
Francisco insistió un día más en que se puede aprovechar esta crisis para cambiar las cosas. Por ejemplo, para dejar de considerar a los demás como un instrumento. Frente al individualismo egoísta, el Papa abogó por la unidad en la diversidad.
FRANCISCO
“Una diversidad solidaria posee los anticuerpos para que la singularidad de cada uno, - que es un don, único e irrepetible -, no enferme de individualismo, de egoísmo”.
El Papa concluyó esta primera audiencia general con peregrinos invitando a rezar así en silencio por el Líbano. Se cumple 1 mes de las terribles explosiones que devastaron Beirut provocando decenas de víctimas mortales, cientos de mutilados y enormes daños materiales.
